Con más de 45 años de historia, Moldemaq es una referencia en el mercado brasileño cuando se trata de transporte agrícola. Manteniendo sus raíces y valores desde sus inicios, Moldemaq siempre se ha centrado en ofrecer las mejores y más innovadoras soluciones para los pequeños y medianos agricultores, también conocida como agricultura familiar.
La empresa inició sus actividades en 1976, a través del sueño del matrimonio Marino y María Tecilla, con una pequeña fábrica de maquetas para fundición. Con fuerza y talento, apenas 6 años después comenzó a producir piezas para MOTOCULTORES y, posteriormente, también los implementos para los mismos. Desde entonces nunca dejó de innovar y ofrecer nuevos productos, produciendo actualmente más de 5.000 piezas de repuesto, 20 implementos para MOTOCULTORES y cuatriciclos, además de 4 tractores autopropulsados.
Hoy, la empresa es dirigida por los tres hijos de la pareja: Nilson Tecilla, Rogério Tecilla y Jair Tecilla, quienes aportaron nuevas ideas y gestión tecnológica a la administración, sin dejar atrás los valores que guiaron a sus padres a lo largo del camino de la construcción de la empresa
Instalada en el mismo lugar donde fue fundada, el crecimiento de Moldemaq le ha permitido construir un parque industrial de más de 8.500 m². Con alta tecnología en sus procesos, la empresa invierte en innovación y cuenta con un equipo de alto desempeño que siempre busca soluciones cada vez más acordes a las necesidades del mercado, combinando alta productividad con calidad, durabilidad, bajo mantenimiento y seguridad.
Debido al altísimo nivel de eficiencia, los productos Moldemaq, que inicialmente estaban destinados al sector agrícola y a revolucionar la vida de los pequeños agricultores, hoy alcanzan nuevos nichos de mercado y sirven también al transporte en la industria, la construcción civil y las grandes obras, y además ofrecemos apoyo en el mantenimiento de condominios residenciales. Pero las posibilidades son infinitas y cada día se diseñan nuevos usos, como la línea de tractores, que recientemente comenzó a apoyar al sector público en la limpieza y conservación de las playas.
La historia de Moldemaq es un legado para la ciudad de Jaraguá do Sul y su crecimiento también representa el crecimiento de la ciudad y de las personas que la habitan. Historia que, aún después de enfrentar una pandemia sin precedentes, mantuvo su cuidado por las personas, sus productos y su compromiso ético y responsable.
Para brindar eficiencia en cada proceso, Moldemaq invierte en su activo más valioso: las personas. Desde la preocupación por la innovación y la sostenibilidad, pero también ofreciendo un gran ambiente de trabajo, con las herramientas necesarias para la calidad del servicio, desde el diseño del producto hasta su uso, este cuidado también se refleja en la atención al cliente, que cuenta con todo el apoyo que necesita. despejar sus dudas a la hora de elegir la mejor solución para sus necesidades y además con un servicio postventa eficaz, que entiende que las soluciones deben ser rápidas y eficaces. ¡Después de todo, nuestras máquinas no pueden parar!
Curiosidad: Tobata rebajada Moldemaq y Fritz Band 4
Una curiosidad que marcó la historia de Moldemaq fue la concepción de la canción “Tobata bajada”. La idea surgió en 2013, después de que el director Nilson escuchara la canción “Tobata rebaixada”, de “Fritz 4”, una banda de Novo Xingu, en el interior de Rio Grande do Sul.
La canción, que es una parodia de “Camaro Amarelo” (Munhoz y Mariano) y tuvo mucho éxito en su momento, cuenta la historia de un campesino de ascendencia alemana que no podía llevar a Frida a pasear en su carreta. Luego de ir a la ciudad y comprar una tobata rebajada, Fritz comienza a llamar la atención de la niña, tal como en la historia de la canción original.
Luego de la creación de la tobata amarilla, la empresa tuvo la idea de patrocinar el video musical, el cual se volvió viral en internet y ¡solo en YouTube ya superó la marca de los 2 millones y 700 mil reproducciones!
